WORMIN
Mi nombre es Wormin. A decir verdad,
casi todos tenemos el nombre muy parecido. A mí me pusieron la “n” porque,
según dicen, mis antepasados eran de clase alta. Vivían en grandes jardines
repletos de hojas de morera de primera calidad. Se criaban fuertes para LA
TRANSFORMACIÓN. Desde que nací lo oigo de forma constante: “Wormin, hija, te
tienes que preparar para tu transformación. Te llegara antes o después pero
tienes que pasarla”. Mis abuelos la pasaron, mis padres también. Esto es algo
único y exclusivo de nuestra especie. Yo no entendía nada. Quise preguntarles a
mis padres pero de la noche a la mañana…”volaron”. Me he pasado la vida
alimentándome de creencias pero ahora siento que algo extraño está ocurriendo
dentro de mí. Para ser una “gusanita de seda” no estoy muy bien preparada para
esto.
Cuando
mis padres me hablaron de LA TRANSFORMACIÓN, creo recordar, que me decían que
tenía que ser valiente, fuerte para soportarlo. ¡Uy, uy! Una señal roja se
activa en mi pequeña masa cerebral. La palabra “soportar” no me gusta, no me
gusta.
“Wormin,
hija-me decía mi mamá. Cuando notes los primeros síntomas apártate a un rincón
del jardín y aférrate a él sin moverte. No te asustes con lo que te va a pasar.
Vívelo, aguántalo porque luego, si lo superas, te vendrá la recompensa. Enciérrate
bien en tu capullo y no salgas hasta que no estés segura y con fuerzas.”
Me
habló de otros Wormines que se asustaron de tal manera ante los primeros
síntomas que murieron antes de la transformación. Les venció el miedo. También me
dijo que otros lo habían aguantado pero siguieron siendo Wormines, no cambiaron
nada. Sufrieron todo el proceso pero…en vano. No quisieron arriesgar. Otros,
ante la inseguridad de saber si ya estaban preparados o no, no salieron de su
capullo y también murieron…esperando. Mis
padres me aconsejaron que me olvidara de todos estos y que aguantara hasta el final
porque me esperaría algo digno de elevarse a las alturas.
¡Ay!
¡Que creo que ya está aquí! ¡Qué dolor tan fuerte! ¡Me estoy desgarrando por
dentro! ¡Pero si estoy llorando! ¡Papá!¡Mamá! ¡Ayudadme! ¡No me dejéis sola!
¡tengo miedo, mucho miedo! ¡Ay! ¿Qué es esto? ¡qué manera de sangrar! Y estos
hilillos ¿Qué hacen? Me están encerrando ¡me ahogo! ¡Sacadme de aquí! Tengo
miedo, todo está muy oscuro. No veo nada. ¡qué dolor tan grande! No sé si lo voy
a poder soportar... ¡Mamááááá!
Wormin
está, ahora mismo, es su fase capullo. Está encerrada, no la oímos nada. No notamos
movimiento alguno. Todos estamos expectantes. Nos da miedo que, ante su
orfandad, se deje llevar por la pena y se abandone. Nos da miedo que, después
de tanta lucha, ya no le queden fuerzas para el “último esfuerzo” en el que
deberá romper su cápsula….y volar. Por cierto ¿en algún momento la hemos dicho
que la queremos? Ella siempre nos lo dice, nos anima, nos ayuda pero ¿hemos
pensado en ella alguna vez? Claro, como la vemos tan fuerte pensamos que no lo
necesita escuchar… ¡madre mía! Qué equivocados estamos. Y ahora está ahí dentro
ella sola pensando que no la queremos y luchando… Wormin, amiga... tienes que “soportar,
luchar y salir”. Eres tú y solo tú quien debe hacer el trabajo. ¡Sé fuerte y
valiente! ¡Si, te queremos y mucho! ¡No te quedes ahí! ¡Sal! Perdónanos por ese
abrazo no dado cuando lo necesitaste, por ese beso esquivado cuando cantabas…
Wormin
no nos oye en estos momentos. Está ella consigo misma, en una fuerte lucha
interna…en una dualidad. Con todo este sufrimiento ¿será capaz de llegar a
convertirse en una bella mariposa?
Tanto el escrito de la música como éste y lo anteriores me han gustado mucho. Esta "gusanita" podemos ser cualquiera de nosotras que vemos cómo nuestro paso por la vida va tomando un poco de nosotras mismas desgarrándonos y causándonos dolor... Para poder seguir siendo nosotras mismas hemos de seguir adentrándonos en esa oquedad interna y en silencio callado meditar. Al cabo del tiempo seremos lo que siempre quisimos ser, amaremos como nunca otra vez hemos amado y gozaremos como sólo las "gusanitas" transformadas saben hacerlo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena! Besotes
Muchas gracias Marivi por estas palabritas jeje. Sí, Wormin está buceando por las oquedades más profundas de su alma. Te hará caso y en su silencio, en su búsqueda...meditará. Está descubriendo puertas que se pueden abrir, oxígeno en oscuras cavidades. Todo requiere de su tiempo y ella, ahora, ya no tiene prisa. Está construyendo su camino paso a paso...¡¡ creo que está dispuesta a volar !! pero aún le queda tiempo para eso....besitos
ResponderEliminarGracias Gloria.
ResponderEliminarEsa es nuestra vida, contada de otra manera, más dulce y a la vez corta.
Sin querer vamos dejando atrás, vivencias y tristezas que nos hacen crecer.
Un beso.
Gracias a ti Luis. Esa es la vida...siempre hacia adelante a pesar de las heridas que te van quedando con el paso del tiempo...nuestra labor es curarlas y,si se puede y se dejan,curar las de los demás...besitos Luis
EliminarPor supuesto que se convertirá en una hermosa y fuerte mariposa. Nunca lo dudé, Y soy yo la que no tiene fe. Ja Ja. Por cierto. TE QUIERO.
ResponderEliminarJeje dicen que la fe mueve montañas.Si Wormin logra convertirse en mariposa,sin duda,volará con una gran sonrisa sabiendo que no estará sola...primita yo también Te Quiero
EliminarEs muy difícil disgregar la razón del sentimiento. Si lo lográramos nos convertiríamos en autómatas, en proyectos híbridos de laboratorio diseñados para cumplir un fin muy concreto, posiblemente muy lejos de nuestra condición humana de seres libres.
ResponderEliminarSer eso, LIBRES, nos permite equivocarnos, tropezar una y otra vez, caer más de las que quisiéramos. Pero también nos da la opción de levantarnos y resurgir de las cenizas, de elegir dónde cobijarnos cuando necesitemos descansar o con quien realizar parte de nuestra ruta vital. Y en eso reside gran parte de la grandeza humana.
No siempre elegir es acertar, ni siquiera en los momentos en que creemos que lo hemos hecho adecuadamente. Aunque, sin duda, esas etapas son necesarias para llegar a volar …
Puede que lo más importante sea mantener vivo el deseo de no quedarnos encerrados en una oquedad aislada e irreversible, y ser conscientes de que somos seres hermosos llegados a este mundo para proyectar luz. Eso sólo lo conseguiremos cuando nos reconozcamos como tales.
Wormin ha sido bella en todas sus etapas, aunque ella no se lo crea. Lo es porque, desde el instante de su concepción, estaba dibujada a transformarse en una maravillosa mariposa. Sólo tiene que recordarlo y abrir su corazón a quienes así la ven y así la aman.
Estoy segura de que Wormin, aunque aún continúe en su oquedad, siente estas palabras que has dicho; están penetrando a través de los hilos de seda con gran fuerza, energía y luz. Quedarán impregnadas en ella y así es como saldrá... muchas gracias amiga...besitos
Eliminar