domingo, 19 de abril de 2015

SEMBREMOS ENTRE TODOS


LLUVIA DE CORAZONES






   SEMBREMOS ENTRE TODOS

Me acabo de dar cuenta del abandono al que he sometido a mi blog. El otro día me preguntaron que por qué no escribía más, que si ya había llegado a ÁGAPE, que si me había cansado del camino. No, no me he cansado; tampoco aún he llegado, la travesía es larga solo que he estado con la cabeza en otras cosas. Algunas me has chupado demasiadas energías y a otras les he dado una importancia que no se merecían. Siempre confías que puedes derribar muros pero….no. Eso sí, nos sirven para darnos cuenta de lo que, verdaderamente, es importante en nuestras vidas. Me he dado cuenta de que se está perdiendo algo fundamental entre las personas: LA EMPATÍA Y LA COMUNICACIÓN. Nos estamos convirtiendo en Androids, en Tablets andantes, es twitters voladores. La gente se puede jactar de tener 700 “amigos” en Facebook pero es incapaz de mirarle a los ojos al que tiene enfrente y “pedirle perdón” (por poner algún ejemplo), o no sentir un poco, tanto las alegrías como el dolor ajeno… El ombligo es una parte de nuestro cuerpo que tiene muchas repercusiones. Hoy he leído una noticia de que una joven de 19 años ha muerto,  arrollada por el tranvía en Valencia porque iba “distraída” con el móvil. Se me ponen los pelos de punta. Es impresionante ver en el metro, en los trenes, en los restaurantes a todo el mundo con los móviles, tablets; ver cómo una pareja ni se dirigen la palabra durante toda la comida porque ambos están “ocupados” resolviendo “asuntos del trabajo”. Reconozco que yo también soy algo asidua a estas tecnologías, para qué engañarnos… pero intento que no se convierta en el eje de mi vida como lo es ya para mucha gente. Si algo nos diferencia del resto de los seres vivos es, precisamente, el poder hablar, el poder comunicarnos y sentir al otro…escucharle, intentar ponernos en su piel y ayudarle. Pero a veces, ¡cuánto miedo me dan las personas! Últimamente las noticias han sido alarmante: matanzas en Kenya, en Siria…un piloto que mata a 149 personas, violaciones, torturas, destrozos de patrimonios culturales…desfalcos, fraudes, robos, corrupción política… Parece que hoy en día todo vale…¡¡madre mía, qué miedo!! Mi mente de “escritora” algo “loca” me lleva a alejarme de la Tierra y verla desde otra dimensión… El mundo llora. Hay guerras en muchísimos países, violencias de géneros, asesinatos, niños que con 5 años (como los míos de clase) les explotan a trabajos duros, a casarse con unos pocos años más y sus juegos son lo que ven, lo que viven… Desde mi posición veo a la Tierra que “explota” porque ya no puede más. Grietas por todos los lados, sangre que mana de ellas… Me encantaría tener la solución aunque hay algo que sí ayudaría mucho, que haría a las personas, eso, personas humanas y es lo que nos distingue. Ya sé, ya sé que me vais a decir que es una UTOPÍA lo que voy a decir pero es lo que llevamos oyendo años, siglos pero no se toma muy en serio: EL AMOR ES EL MOTOR QUE MUEVE AL MUNDO. A este mundo nuestro lo están empujando, destrozando. Y cuando hablo del amor, me refiero siempre, al AMOR INCONDICIONAL. Hasta esto se está perdiendo. Oigo a parejas quejarse de que ya no saben si es amor o cariño lo que sienten hacia ellas. Otros ya no sienten nada pero continúan juntos porque no “saben vivir en soledad”. Esto  está haciendo un daño terrible a las mentes. El respeto se está perdiendo…la educación ya ni os cuento. Pero el AMOR del que hablo no es solo hacia las personas. Pero es en ellas, en nosotros, en donde debería fraguarse. Ser cada uno de nosotros una “semilla de AMOR” y ser modelos para el resto de la gente. Yo así lo hago y lo seguiré haciendo, con tablet o sin tablet. No quiero ser un android, ni quisiera que me besara un “emoticono”… La salud física es importante pero la salud mental aún lo es más. Seguiré andando por el CAMINO DE ÁGAPE porque, afortunadamente, me estoy encontrando con más “semillas de AMOR” y entre todos estamos sembrando diferentes campos. Estoy convencida de que dará muy buenos frutos....