domingo, 27 de octubre de 2013

GLORIPOWER



GLORIPOWER

            He querido titular esta entrada así emulando a mi admirada Gloria Fuertes en su libro “Pecábamos como Ángeles.  Gloripoemas de Amor” de la editorial  “Colección Torremozas”.  Aprovecho que cito el libro para escribir uno de “sus poemas recuperados”: 

…”Cuando dejé de amar
me puse a morir,
fue solo breve hora,
pero…
¡qué malita se puso servidora!”


            Sería bueno que el Gloripower sirviera, durante unos minutos, para que podamos sentarnos, leer con detenimiento y reflexionar. Vivimos demasiado acelerados. Empezamos a no disfrutar de la sencillez de las cosas. Soy muy consciente de la situación que estamos viviendo pero yo os invito a que, por unos segundos, dejemos la mente libre de pensamientos para poder relajarnos viendo y escuchando esto que he hecho, desde la ignorancia, pero también desde el corazón… (es una pena porque venía con música y las diapositivas pasaban solas pero estoy aprendiendo...)



domingo, 20 de octubre de 2013

EL LAZO ROSA


                                                            








   EL LAZO ROSA
               
                Hoy es el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Muchos hemos sido los que nos hemos solidarizado con este día y lo hemos acompañado con lacitos rosas tanto virtuales como físicos. Se han dado conferencias, ciclos, exposiciones; se realizan conciertos y  un tanto por ciento de los beneficios van a parar a la A.E.C.C. Hasta corremos los 7 kilómetros en la llamada “Carrera de la mujer” para seguir aportando nuestro granito de arena (aunque luego te enteras que sólo un 7% de lo recaudado en la carrera va para la asociación cuando los promotores te hacen creer que va casi todo para ella). Todo ayuda y hay que seguir así pero ¿Y mañana? ¿Y dentro de un mes? ¿Un año?
         Desgraciadamente he vivido esta enfermedad muy de cerca y no voy a detallar su crueldad. Al contrario, quiero escribir para ponerle el “color esperanza”. Vivimos, con ella, los primeros recortes en sanidad y atónita asisto a leer noticias como la que salió hace unos días en las que los enfermos crónicos, incluido los de cáncer, tendrán que pagarse un tanto por ciento de su medicación. ¿Sabéis lo que costaba una inyección de plaquetas? ¡¡¡3000 euros!!! Y al mes, en nuestro caso, había veces que la teníamos que poner 6 inyecciones. Es imposible pagar eso. Ni siquiera un tanto por ciento. Hasta 7 tipos de quimioterapias distintas entraron en ese cuerpo. Más de 100 sesiones con la esperanza de que desapareciera la enfermedad. Y para eso se necesita investigar, trabajar con ellas, comprobar los resultados. Hace años era mortal casi el 100%. Hoy en día hay muchos tipos de cánceres que, cogidos a tiempo, desaparecen con las nuevas quimioterapias. Pero los recortes están empezando a hacer muchísimo daño. Ante la angustia y el dolor de la noticia añádele que, encima, nos lo tenemos que costear…¡¡inadmisible!!
         Por eso querría hacer un llamamiento generalizado para que no sea sólo un día “El día Mundial de…” sino todos los días. La A.E.C.C. está haciendo una labor encomiable y EL VOLUNTARIADO es especial. He querido ponerlo con mayúsculas porque se lo merecen. En estos años, bajo el techo de oncología, largas horas de espera y angustia, allí aparecían ellos con una sonrisa y unas palabras de ánimo repartiendo sus caramelos, sus zumos y, en invierno, su caldo hecho allí mismo. A primera hora ya tenían el café preparado, infusiones, galletas para los pacientes y acompañantes. No perdían la sonrisa en ningún momento. Se sentaban a tu lado, cogían de la mano a aquellas personas que veían más asustadas, las calmaban…son especiales. Conozco perfectamente la labor social que hacen. Montan mercadillos y ahí sí que TODO lo recaudado va para la asociación. Pueden estar meses recogiendo libros y todo tipo de objetos, complementos y ropa para vender en esos mercadillos. Te ofrecen asistencia y ayuda: desde una cama especial, sillas de ruedas hasta una peluca. La nuestra ,espero, que ya la esté luciendo otra luchadora. Me quito el sombrero ante ellos y aprovecho para darle las gracias de corazón.
         Y hay esperanza. Los primeros que te la dan son los propios oncólogos. Qué templanza, qué profesionalidad. Imagino que en todos los hospitales será igual pero yo querría mencionar al equipo de médicos y enfermeros del Hospital 12 de Octubre, así como a los auxiliares y todo el personal de mantenimiento y administración. Nos hemos sentido acompañados y, lo más importante, comprendidos y escuchados. Gracias al Dr. Mendiola por su generosidad.
         Hay que luchar, y mucho. Pero no es una batalla perdida. En nuestro caso así ha sido pero hemos conocido personas que lo han superado, que han podido con ella y todos con un denominador común: la lucha y la esperanza. Había que verlas a todas con sus gorritos, con sus pañuelos y sus pelucas. Guapísimas. Algunas, como mi madre, se maquillaban un poco y siempre había alguien que les decían lo guapas que estaban. Para ellas eso era muy importante porque verse sin un pecho, sin el pelo es muy duro. Recuerdo la primera vez que le rapé el pelo a mi madre…. Lloré como hacía tiempo. Ella me decía que no pasaba nada, que el pelo crece y que se veía guapa con el pañuelo. Esa fuerza solo la da esas ganas de vivir y ese querer luchar contra el cáncer. Las siguientes veces, hasta le echaba crema, le daba masajes y le besuqueaba su calvita. Ella se sentía bien porque empezábamos a aceptar la enfermedad. Y eso es lo que hay que hacer. No solo el enfermo sino los que estamos cerca de ellos. No hay que caer en la desesperación. Hay que llevar un equilibrio, intentar hablarlo con naturalidad, conocer lo que ocurre (no hace falta conocer el 100%), rodearse de gente optimista, de gente que te de fuerza y te apoye. Nosotros hemos tenido la gran suerte de haberlos tenido muy cerca porque es un desgate físico y emocional muy grande. Y todo, todo lo hemos vivido desde el AMOR…Ella, mi madre, nos ha dado el ejemplo de vida y amor más grande. Y así seguiremos su estela……..

miércoles, 9 de octubre de 2013

CARTA A MI CUERPO





MI QUERIDO CUERPO

Mi querido “cuerpo”:
Hace mucho tiempo que no tengo una conversación contigo. Sí, se que he estado muy liada, que te he obviado y, ni si quiera te he preguntado cómo estás. De ahí los últimos “toques” que me has dado. Tendrás que perdonarme pero sabes que, en el fondo, nunca me olvido de ti. El otro día tuve una conversación muy graciosa y digo graciosa porque cuando menciono el hecho de que yo hablo con mi cuerpo, me miran con cara de “póker” y piensan que estoy majareta. Claro que, a veces, razón no les falta.
            Hay mucha gente, y lo sabes, que sigue obsesionada en separarte de tu mitad, de tu hermana, de tu amiga LA MENTE. No entienden que si os separan podéis llegar a sufrir tanto uno como la otra. Y que empeño cuando se habla del “matrimonio” mente-cuerpo, de la guerra interna entre uno y otro:
Es que no se dan cuenta de  que los dos sois uno, que cada persona es lo que es gracias a los dos.
            ¿Te acuerdas de lo que has sufrido durante tantos siglos? Eras tabú, pecado, tentación. Hablar de ti era algo obsceno, pecaminoso.¡¡En qué mundo se vivía!! Y eso fue “gracias” a muchas personas reprimidas debido a las duras y férreas instituciones de las distintas épocas y ,a las cuales, tenían una devoción enfermiza. Esa persecución que tuviste se enfatizó muchísimo más en las mujeres: éramos fuentes de tentación y, en consecuencia, de represión para muchos de los caballeros hidalgos, nobles y demás alcurnia. Y no se daban cuenta de que el problema radicaba en la mente enferma de aquellos que se consideraban la “cúpula de la sociedad”. ¡Era pecado entregarse a la persona querida si antes no te casabas! Sin embargo darse golpes de pecho y “flagelarse” como penitencia estaba muy bien visto.
¿Qué hay de malo en querer estar con la persona que amas, junto a ella, unidos en un solo cuerpo? No sólo es placer por el puro placer, no es sólo “eros” como quieren ver algunos “doctos” es algo más: es amarse, sentir a la otra persona dentro de ti y perderse por completo en ella, abrazarse en común unión, liberarse de las viejas ataduras y tabúes que a tantas mentes ha dañado...
            Pero seguimos luchando porque si tú sufres, también sufre la mente y si sufre la mente, desgraciadamente, no sólo sufres sino que te deterioras. Fíjate en todas aquellas personas que padecen la enfermedad mental de la “anorexia nerviosa” o de la “bulimia”; las consecuencias son nefastas, y el porcentaje mayor de deterioro te lo llevas tú quedándote, prácticamente, en la nada, en una mera piel que recubre todos los huesos. Tampoco olvidemos a los que sufren de “obesidad” y del “trastorno del atracón”. Estos, a diferencia de los anteriores, necesitan “saciar su carencia afectiva” por medio de la comida. De ahí que cuanta más necesidad de afecto, cariño o compañía necesiten, más atracones se darán. La comida, para ellos, es el sustituto del afecto, del amor.
            Y luego están los que, de manera voluntaria, ingestan una serie de “productos” totalmente nocivos para ti. Dicen que suelen ser las personas más débiles mentalmente y las más manipulables las que suelen abusar de esos “productos” como son todos los tipos de drogas y de alcohol. Estoy de acuerdo y pienso que, hoy en día, con la cantidad de información que hay al respecto sobre las causas de su ingesta, el que lo sigue haciendo es porque no encuentra “el camino en su dura realidad”. Es triste ver a esas personas, y cada vez muchísimo más jóvenes, cómo desperdician su vida, cómo no se enfrentan a los problemas y cómo empiezan a caminar por un sendero que les llevará, en pocos años, a anularles física y mentalmente.
¿Sabes de lo que me estoy acordando? De cuando la mente se nos liberaba en los momentos más impredecibles. No había quien la parase: quería estar todo el día activa y tú, lógicamente, te ibas resistiendo cuando veías que no descansabas lo suficiente. Aquella estaba harta de tanto control, de tanta interiorización, de tanta meditación y ¡hala! el que tenía que dar la cara ante el pequeño“descontrol” eras tú. Estabas ahí el primero, todo te llegaba a ti, todo lo recibías y, por qué no decirlo, te sentías bien. Pero enseguida...¡zas! se encendía la alarma mental y allí aparecía ella tan segura, tan correcta y atajaba, enseguida, cualquier intento de “sublevación corporal”.
Cuántas historias tenemos ¿verdad? Y las que nos quedan por vivir. No puedo hablar de mí sin hablar de ti. Somos un equipo, un conjunto. Somos armonía, equilibrio. No hay celos ni rencores entre nosotros. Sabes que no siempre te puedo prestar toda la atención que necesitas debido al absorbente reclamo mental pero no te preocupes porque sabes que luego intento recompensarte.
            Gracias a ti puedo sentir, amar, oler, tocar, ver. Sabemos que es nuestro amigo el cerebro el encargado de todas estas funciones pero tú eres el mediador, el canal de expresión y de comunicación, eres receptor y emisor de emociones, sentimientos. Todo te llega y todo sale de ti. Somos lo que somos gracias a los dos. Lógicamente con lo primero que nos encontramos es contigo y, tú que también eres sabio, abres las puertas a aquellas personas que consideras dignas de tu conocimiento más profundo y emprender, de forma valiente, el camino hacia la mente. Se que, a veces, te traiciona el corazón y dejas pasar a personas que lo único que buscan es divertirse, haciendo daño, sin pararse a pensar en las consecuencias negativas que eso conlleva… Yo sé que tú te confías demasiado pero poco las vamos metiendo en un saco: a las personas “comeenergías o vampiras”, a las egoístas, a las aprovechadas, a las cobardes. Pero he de reconocer que te estás portando muy bien y la afluencia de personas que estás dejando entrar están dejando sus huellas por el camino que, desde hace años, emprendimos tu y yo, juntos, fortaleciendo nuestra unión.
            Pero...es ley de  vida que tú empieces a sufrir transformaciones, pequeños deterioros. Que cada vez te cueste más expresar y demostrar todo lo que sientes, que tus movimientos no sean todo lo rápido que quisieras, que, con el paso de los años, te vayas encorvando porque no puedas soportar todas las cargas que fuiste guardando en  tu espalda porque no supiste solventarlas en su momento. Es inevitable también que, en muchos casos, tus pensamientos empiecen a desconectarse  y comiencen los problemas en esa armonía de la unión del cuerpo con la mente.
            No eres perfecto y de eso soy consciente. Te pido perdón por las veces que te he hecho sufrir, que no han sido pocas, porque, incluso sabiendo de tu sufrimiento, he continuado consintiéndolo aunque sabes que, tanto el corazón como la mente, aquí, han tenido mucho que ver.
            Ha sido agradable volver a hablar contigo. Me quedan muchas preguntar por hacerte, muchas dudas por resolver pero mejor volvemos otro día. Mientras tanto goza de la paz, de la serenidad, del humor, de la belleza, de la naturaleza, de la amistad, de la música, de la alegría y, sobre todo,...... del AMOR.

                                               Firmado G.F.G.F.