AGUR 2013, AGUR
Quedan muy pocas horas
para que te vayas al fin. Conociéndote, no quiero aún cantar victoria. Recuerdo
hoy, hace un año, que mis deseos eran, como los de la mayoría, que todos los
nuestros tuvieran salud, que encontraran trabajo y que el AMOR entrara de lleno
en nuestras vidas. Me has desafiado hasta llegar a límites insospechados. Sí,
así hemos estado cara a cara todo este año. ¿Por qué? ¿Por qué te has cebado
tanto? ¿Necesitabas demostrar que al ser 13 deberías ser maligno? No me has dado
un respiro. Ha sido, casi casi, una lucha a muerte… ha sido un desgaste físico
y psíquico demasiado grande para mí. Cada vez que me desafiabas con algo nuevo
yo sacaba mis armas y me enfrentaba a ti. Al final del año lo único que he
hecho ha sido defenderme de tus ataques de la mejor manera posible: sin fuerzas
pero mostrándote mi mejor sonrisa.
Te has llevado de mi lado a la persona que más quería: a mi
madre. Te llevaste veinte días antes a otra persona muy, muy querida también.
En esos momentos quisiste verme hundida ¿verdad? Pues saqué fuerzas y te
sonreí. No contento con eso, seguías sin conseguirme otro de los deseos:
trabajo para los míos…menos mal que ellos son más fuertes que yo y me
levantaron cuando empezaba ya a tropezarme. Te volví a sonreír… no podrás
conmigo, te decía. Pero tu estela es impredecible, grande. Me hiciste pasar por
una nueva tortura, grandes cambios, desgarros, abandono de lo que ya tenía
establecido y seguro pero, aún besando casi el suelo, sonreí porque todo eso
quise verlo como un nuevo camino que se mostraba ante mí. Hiciste que
“violaran” mi casa, mi nuevo hogar; lo mancillaste…y también sobreviví a ese
duro trance. Seguiste desafiándome; fuiste capaz de dañarme físicamente.
Quisiste pararme provocándome fuertes esguinces en ambos tobillos. Pues ni con
eso lograste que yo siguiera caminando. Cada mañana, al levantarme, la angustia
era mi compañera de fatigas. En muchos momentos tenía ya la toalla en la mano
para tirarla. Me ibas arrebatando demasiadas cosas. Estaba tan centrada en
mantenerme de pie que empecé a descuidar muchas cosas. Lloré hace poco cuando
una de mis amigas me dijo: “Gloria, vuelve. Te echo de menos; necesito a mi
amiga, te necesito, yo también lo estoy pasando mal y quiero poder verte y
hablar contigo”… realmente me di cuenta de que me estaba encerrando,
obsesionando con la idea de que no pudieras acabar conmigo…
Hace dos meses casi lo consigues. Me produjiste una catarsis
y ahí me enfrenté “desnuda” ante ti. “Aquí me tienes”, te dije…. Y te cebaste
conmigo. Sola, ante ti, me mostraste la película de mi realidad: una persona
vacía, huérfana,mal herida, con el corazón roto, ciega sin poder ver algo de
luz. Despertaste, con saña, un sentimiento que yo siempre he intentado
controlar porque cuando aparece…casi nunca es correspondido. Y sufro mucho por
ello. Solo mi almohada conoce el alcance de mi dolor. Pero claro, como no
sabías por dónde atacarme ya…decidiste ir por esa vía… Y me tuviste en tus
manos. Durante unos días fui un pelele de ningún destino. Y , creo, que hasta
llegaste a disfrutar. Golpes por aquí, lloros por allá… y cuando ya te creías
que me habías vencido te volví a sonreír; más por reflejo innato que por
convicción pero sonreí ¿por qué? Porque “escuchaba” a mi madre diciéndome que
no quería verme así, que yo siempre he sido muy alegre y que tenía que luchar
como ella lo hizo. Porque escuchaba a mis amigas diciéndome que me necesitaban
y que yo era fuerte para eso y mucho más. Porque escuchaba a mi familia
animándome, compartiendo bonitos momentos, creciendo y evolucionando sin mis
dos pilares fundamentales…porque, por fin, abrí los ojos y sé que quedan muchas
cosas por hacer. Así que, agur 2013. Ni tú ni treinta como tú van a conseguir
que pierda la sonrisa.
Espero al 2014 con los brazos abiertos. Transformada (como
Wormin) eso sí. Quiero sentir igual de cerca, o más, a mi familia, a mis amigos
y, sobre todo, que este corazón tan dañado, tan destrozado, pueda volver a
encontrar la paz y el AMOR… Feliz Año 2014 para todos vosotros también.
Tal vez sea cierto que deberíamos aprender a vivir en el no-tiempo. Si fuera así no nos preocuparían los calendarios, los días pasados, ni siquiera los que están por venir. Viviríamos el aquí y el ahora, desde la percepción de que es lo único que importa y en lo único que debemos invertir nuestra energía e impulsarlo con toda nuestra fuerza para que fuera lo mejor posible. Pero cuesta mucho, y nuestros pilares se tambalean por ignorancia y porque nos educaron para tener siempre un proyecto en mente.
ResponderEliminarEl dolor o la alegría del 2013 no lo han sido de un año que hemos dejado atrás el 1 de enero. Lo han sido de momentos muy precisos que han ido cosidos a personas con las que nos hemos fundido en el cariño o la empatía, o de las que nos hemos separado aún en contra de nuestros deseos. Y esos instantes perderán la fecha de referencia y sólo se mantendrán vivos en nuestra alma por el hecho de ser parte de nuestro yo, que se ha configurado también a través de ellos.
Hoy es un nuevo día, como lo será mañana si el Dios de la Vida nos da esa oportunidad. Ni el desgarro que pueda haber en este preciso instante nos cortará la respiración cuando nos abandonemos más adelante al sueño, ni la felicidad de la mañana la repetiremos con la misma inconsciencia o la misma chispa amorosa. Lo pasado fue y sólo el ahora es nuestro fin en sí mismo.
Démonos la oportunidad de no perder la ilusión en cada cosa que hagamos (hoy me preguntaban cuál era uno de mis deseos para el 2014 y ésa ha sido una de las respuestas) para que no podamos sentirnos vacías. PORQUE NO LO ESTAMOS. Por mucho que otros, con o sin intención, nos puedan dejar malheridas.
Las dos hemos sido zarandeadas por diferentes vientos, pero tú tienes palabras en las que recrear un mundo soñado, y con las que moldear a tu imagen y semejanza el camino de ágape, que es lugar de encuentro y de acogida.
Pues eso, Gloria. Nos queda seguir aprendiendo donde encontrar el amor incondicional. Y eso sólo lo lograremos dándolo.
Y así seguiremos M.Dolores. Como siempre, grandes son tus reflexiones y me alegra que las compartas en el blog que también es el tuyo. Sí, hay que vivir el ahora; que cada minuto sea distinto al que ya ha pasado. Seguir siendo "dadoras" a pesar de todo porque cuando lo hago...soy feliz. También está la otra parte que, como humanos que somos y excesivamente sensibles, recibe todos los golpes y avatares y eso es lo que hay que trabajar más... ¡¡cuántas veces me habré cuestionado las "propiedades" de la bondad!!... muchas gracias amiga....besitos y a continuar por el camino de ágape...
EliminarQuizás el número trece tiene ese tabú de ser el maltrecho, el perdedor; quizás sea el que no queremos que aparezca...Quizás sea así, pero lo cierto es que su fama se la está ganado.
ResponderEliminarComo un niño que paseando arranca una flor porque le parece bella, a nosotros se nos arrancó la flor más hermosa que palabra iguala... Y fue en el 13. Después de esto, lo demás casi, "pequeña minuta", aunque sabemos que eso trajo consigo otras muertes vivas que nos iban poniendo a prueba esa templaza, esa fuerza, ese ir con la cabeza alta, ese no rendirte al que te viene de frente...aspectos heredados y que empezaban a iniciar su andadura.
Agur, agur... Quiero pensar que sólo es un año, una cifra más... Quiero verlo así. Y ahora en el 2014, seguiremos soñando porque "quizás podamos soñar..." Y seguro que sus días, semanas, meses traerá lo que necesitamos, paz, serenidad, amor y por qué no también trabajo.
Agur, agur...canción que le gustaba a mamá.
Así es Marivi, bonita canción. Y así es también lo que debemos empezar a hacer: soñar e ilusionarnos de nuevo con todo lo que nos ofrece la nueva vida. Cuando la mente esté en calma, tranquila seguro que empezaremos a mirar con otros ojos y nos alegraremos de las cosas que, hasta ahora, ni veíamos... espero que el AMOR siga siendo nuestro guía en el camino de ágape
EliminarSuspiro muyyyyyy largo.....
ResponderEliminarEstoy acongojado, por todo lo que he leído.
Realmente para todos en general el 13, fue el año del cambio.
Perdimos seres queridos, que nos enseñaron a caminar, a enfrentarnos a la vida, a ser emprendedores. Seres queridos que ya no estarán físicamente con nosotros, pero que siempre estarán en nuestros corazones y en nuestros pensamientos.
Perder siempre es duro, pero nos da la fortaleza, el saber que están ahí en un sitio dentro de nuestro corazón.
Doy las gracias, siempre, por haberte cruzado en mí camino.
También siento el no haberte ayudado.
Luis, cada persona es una vida. A lo largo de los años nos vamos cruzando con muchas. Algunas solo nos saludamos y otras dejan huella. Dices que no me has ayudado..¡¡madre mía!! sabes que a pesar de la distancia, de las vidas de cada uno, te volví a encontrar en el momento en que tenía que ser así. Quien me conoce bien sabe que agradezco hasta la más tierna palabra. Tú has estado cerca con tus mensajes, con tus palabras de ánimo y, como no, con ese bonito ramo de flores que me dejó sin palabras. Yo me alimento de abrazos,de palabras que salen del corazón, de un ratito de cháchara, de compartir pequeños momentos....y todo eso me lo has dado tú... asi que no sientas que no me has ayudado. Egoista sería si no lo reconociera... gracias de corazón y espero que sigas caminando también por el Camino de Ágape...besitos Luis
EliminarTratamiento de amor
ResponderEliminarEn lo profundo del centro de mi ser hay una fuente infinita de amor. Ahora permito que este amor aflore a la superficie. Este amor llena mi corazón, mi mente, mi conciencia, mi ser, e irradia en todas direcciones, y retorna a mí multiplicado. Cuanto más amor utilizo y doy, más tengo para dar, la provisión es infinita. El empleo del amor me hace sentir bien, es una expresión de mi alegría interior. Me amo, por lo tanto, cuido mi cuerpo amorosamente. Con amor lo sustento con alimentos y bebidas que me nutren; con amor lo arreglo y lo visto, y mi cuerpo me responde con amor, con salud y energía vibrantes. Me amo, por lo tanto me procuro un hogar acogedor, un hogar placentero y que llena todas mis necesidades. Lleno las habitaciones con las vibraciones del amor, para que todo el que entre, yo incluida, se inunde de amor y se nutra con él.
Me amo, por lo tanto realizo un trabajo que disfruto haciendo, un trabajo que utiliza todos mis dones y capacidades; trabajo con y para personas a quienes amo y que me aman, y tengo buenos ingresos. Me amo, por lo tanto pienso con amor y me comporto con amor con todas las personas, porque sé que lo que doy vuelve a mí multiplicado. Sólo atraigo a personas amables a mi mundo, porque ellas son un reflejo de lo que soy. Me amo, por lo tanto perdono y libero el pasado y todas las experiencias pasadas, y soy libre. Me amo, por lo tanto vivo totalmente en el presente, experimento cada momento como algo bueno, y sé que mi futuro es brillante, dichoso y seguro, porque soy una criatura amada del Universo, y el Universo cuida de mí con amor, ahora y siempre.
Y así es
Este tratamiento de Amor, pertenece a una obra de Louis L. Hay, a la cual estoy muy agradecido, por todo lo que me ha enseñado.
ResponderEliminarOs la recomiendo.
Un beso y un abrazo muy grande.
Muchas gracias Luis... Me encanta y estoy segura que todo el que lo lea también lo dirá. Es el mejor tratamiento que uno puede darse. Lo escribiré en una hoja y lo tendré siempre a mano para leerlo. Yo también tengo dos libros de Louis L. Hay que se los compré a mi madre para que los leyera. Esta mujer superó un cáncer y cuenta su experiencia a la vez que "aconseja" desde el corazón y muestra otro camino a seguir... a mi madre le gustaron mucho.... besitos Luis y mil gracias
Eliminar